Hablando de reggaetón en una comida familiar - Alek Syntek y Esa Mi Pau en la misma oración
Hace un par de años el internet le cayó encima a Alek Syntek por sus comentarios en contra del reggaetón. En un post de instagram se quejaba amargamente así:
“¿Qué le pasa a la gente?, ¿Por qué el mismo ritmito todos?, ¿por qué las mismas letras?, ¿por qué las mismas misoginias y vulgaridades?"
Después de ese post, hizo varias declaraciones más, entre ellas dijo que esa música era “pornográfica para los antros de noche y no durante el día en los lugares públicos”.
Varios reggaetoneros desde J. Balvin a Bad Bunny le respondieron con muchas criticas donde lo señalaban por ser intolerante con las diferencias entre las personas y los artistas.
El fin de semana fui a una comida familiar en donde una prima dijo que estaba de acuerdo con Alek Syntek, porque le preocupaba que el reggaetón que escuchaba su hija de 11 años era muy sexual y que todas las canciones son idénticas.
Escuchar eso me puso a pensar mucho sobre el tema. Sentí un poco de empatía con mi prima porque a veces toco de Dj en un lugar en donde ponen los videos de reggaetón del top 10 de Telehit en mute pero con subtítulos, y luego de leer horas de videos me parece que en general muchas de las letras son un compilado de frases genéricas del tipo “Báilalo fuerte, qué importa la gente” donde rara vez hay una metáfora o juego de palabras con mayor picardía. También sentí otro tanto de empatía con la preocupación de que su hija se habitúe, sin estar consciente de ello, a los valores que transmite ese reggaetón del top 40.
Pero esa primera empatía no fue suficiente, pensar que el argumento a favor de la censura que propone Alek Syntek estuviera en lo correcto me estaba dando un corto circuito en la cabeza.
Así que aunque en la comida familiar la conversación no se desarrolló mucho más seguí pensando en el tema y llegué a un par de conclusiones sobre lo que creo que es muy bueno del reggaetón y las cosas que, más que malas, podrían llamarnos la atención para entender mejor lo que hay detrás de ese Top 10 de Telehit.
Me parece que el secreto de esta discusión se puede relacionar con algo que Esa Mi Pau escribió hace poco en su columna “Macumba” para la Revista Marvin.
“[El reggaeton] Me reconcilió con mi latinidad y mi cuerpo, me dio seguridad y una feminidad fiera, me hizo sentirme orgullosa de mi país, me mostró una generación de personas cansadas de escuchar lo mismo y con el talento suficiente de proponer otras sonoridades, me dio la oportunidad de hacer algo valioso en la radio que era abrir espacio a artistas que no tenían un cabida en la FM por prejuicios clasistas.”
La parte que me gusta del reggaetón es que en los espacios alternativos se usa como un vehículo fuerte para derribar prejuicios clasistas y fomentar una identidad orgullosamente latina y empoderada entre las mujeres. En esa serie de columnas Esa Mi Pau tiene dos entradas sobre artistas LGBTQ+ y de artistas mujeres de América Latina que muestran muy bien cómo es que el reggaetón sirve para fomentar una escena musical alternativa que impulsa lo queer, una feminidad empoderada y el orgullo por lo latino. Me parece que esa parte del reggaetón es genial y no me molestaría que mis hijos estén en contacto con esos videos porque quienes cantan en ellos están expresando orgullo por ser quienes son. Ese es el mensaje importante que está detrás del recurrente llamado a “beber sin control toda la noche” y las referencias sexuales.
Sin embargo, la lista de artistas de la columna de Esa Mi Pau es muy distinta a la del reggaetón del cual habla Alek Syntek. Los artistas de los cuales Syntek se queja no son los personajes como Sailorfag o Charly Ginn de las escenas alternativas. Son más bien los ultra famosos de los playlists comerciales como Ozuna, J. Balvin, Maluma, Bad Bunny, Sebastián Yatra, Guaynaa.
Ahí es donde vale la pena revisar los valores que se expresan a través de sus videos. Regresando a ese top 10 de Telehit del que hablaba antes, una hora de programación muestra muchos videos en donde las mujeres aparecen como un objeto de fantasía de macho. En un video como “Felices los 4” de Maluma se puede ver a una mujer en lencería acariciando al cantante desde su espalda mientras él canta hacia la cámara sin hacerle caso; cuadros después está chica se revuelca en la cama de manera sexy muy en plan de fantasía sexual. En otros ejemplos donde la artista es una mujer, como en el video de “Criminal” de Nati Natasha, la protagonista tampoco sale de este papel de muñeca idealizada. Más que una mujer con su propia voz, se siente como si a la chica domada que repite el coro de “Dame más Gasolina” le grabaran su propia canción.
Aquí la conclusión es la opuesta. Usando los mismos llamados a“beber sin control toda la noche” y las mismas referencias sexuales este tipo de playlist de reggaeton no impulsan lo queer o la feminidad empoderada, más bien lo contrario.
Otro elemento que aparece en videos como el de “Otro trago” de Sech, “Se preparó” de Ozuna o “Reggaetonera” de Anuel AA, es un entorno de privilegios de clase alta. En estos videos se ve el cliché de ir al club a pedir botellas de alcohol caro para estar en el VIP, tener un estilo de vida alrededor de las grandes torres de negocios de América Latina, o un crew de fondo con modelos cuyo fenotipo y look son más apegados a lo blanco - europeo, que a una muestra plural de las personas de América Latina.
Aquí también me llama la atención la conclusión a la que llegan estos videos, que en lugar de ayudar a que el escucha promedio de América Latina se sienta orgulloso por su entorno actual, lo nieguen y sientan la aspiración de alcanzar a esos privilegios de clase alta que se encuentran bastante lejos de su realidad.
Volvamos con Alek Syntek. Además de quejarse de las obscenidades y misoginia de las canciones él usa una frase muy subjetiva: [todas las canciones] “tienen el mismo ritmito”. Esa frase es extraña, porque las escenas se basan en muchas canciones con el mismo rimito, así que me parece que ese rechazo al género debe tener que ver con otro tema más escondido.
A mi parecer, esto podría ser porque el triunfo del reggaetón en el mainstream global hace que el “Americanismo” musical al que México estaba acostumbrado cambie de dirección. Si bien en los 80’s y 90’s la música en español mainstream tenía a muchos de sus grandes referentes en España, con artistas como Miguel Bosé, Los Hombres G, o inclusive a Manu Chao, el triunfo del reggaetón actual hace que los grandes nombres del pop en español sean latinos que están muy ligados con la industria de Estados Unidos. Esto no es nuevo, desde los 2000’s lo latino vía Estados Unidos empezó a globalizarse más y más con cosas como Shakira cantando en inglés o el triunfo de la Gasolina de Daddy Yankee. Sin embargo, hoy en día esa tendencia es tan dominante en el mainstream de México que artistas como Syntek, que miran más hacia el pop de España de los 80’s y 90’s, se sientan desplazados y amenazados y por eso usen adjetivos como “simios” para describir a la gente de la escena del reggaetón.
Algo que tiene este cambio de paradigma sobre lo que es el “Americanismo”, “Latinoamericanismo” o “Hispanoamericanismo”, que tanto hace sufrir a Alek Syntek, es que nos hace entender un poco más otra dimensión del reggaetón, el por qué es tan exitoso.
En su libro “The invention of Latin American Music”, Pablo Palomino sugiere que “Casa de las Américas” (una institución que impulsa la cultura latina en España) se enfoca sobre los latinos porque éstos son una comunidad que tiene mucha afinidad y aspiración a la cultura española. Al promover la cultura latina en España esta institución ayuda a que este grupo migrante pueda adaptar su historia a la cultura local y crear más personas españolizadas - por decirlo de alguna manera. Para esta institución juntar adeptos en la población de América Latina sirve para contrarrestar la influencia cultural de otros grupos migrantes de África y Medio Oriente que tienen menos interés por “españolizarse”.
Si tomamos esta idea y la llevamos al reggaetón podemos imaginar que el triunfo de esta latinidad en el mainstream no es necesariamente una reivindicación de la cultura de América Latina. Sino que es una manera en la que la cultura de Estados Unidos transmite un ejemplo de como un migrante puede ser parte de la cultura de este país, un ejemplo abstracto de como “ser un buen migrante”. Con una comunidad Latina que tiene mucha afinidad y aspiración por lo que representa Estados Unidos, el triunfo del reggaetón sirve para sumar adeptos a la cultura de este país frente a esos extranjeros que tienen menos interés en diluir su cultura entre lo Americano, ya sea que hayan migrado o que todavía se encuentren en sus propios países.
Con una discusión global que cada vez más enfrenta a Estados Unidos en contra de China, este puede ser un factor que sirva para explicar el porqué del éxito viral del Gangnam Style de Corea o del K-Pop en general. De alguna manera ambos son ejemplos de cómo ser “un buen asiático” ante los ojos de la cultura de Estados Unidos, ya que sus estéticas están muy relacionadas con el EDM, el pop y el trap de ese país.
Si seguimos esta línea de pensamiento también podemos esperar que la cultura de India comience a tener un papel más importante en el concepto de como ser “un buen asiático” para Estados Unidos. Esto se deb a que ante las disputas fronterizas y políticas que tiene con China - que inclusive llevó a prohibir Tik Tok (una aplicación China) en todo India - lo convierte en la antítesis asiática de lo chino. Por ello, me aventuro a predecir que falta poco para que en el mercado de la música global aparezca una nueva M.I.A. pero con referencias más directas a India y que en Estados Unidos aparezca una escena de una especie de neo Bhangra empujado por hijos de Hindús de segunda o tercera generación.