Hace un tiempo encontré en Youtube un video de 2011 en el que Camilo Lara del Instituto Mexicano del Sonido (IMS) visitó la Casa de América en España para dar una charla sobre cumbia en una presentación llamada “Mundo-Cumbia”.
En esa plática contó cómo a pesar de vivir una adolescencia escuchando grupos en inglés como The Cure o My Bloody Valentine, su ADN musical estaba irremediablemente marcado por la cumbia sonidera con la cual se encontraba por accidente en su día a día. Esto es cuando viajaba en el camión o entraba a la cocina y la trabajadora del hogar tenía su radio andando. Todo esto servía para explicar el por qué hace la música que hace con el IMS, cuya propuesta tiene mucho que ver con acercar la cultura popular de México a los mercados de Europa y Estados Unidos.
Aunque es fascinante escuchar estas historias, lo más interesante de toda esa charla fue una frase muy puntual que arrojó al comenzar la sesión:
“Estoy aquí para convencerlos que la cumbia es cómo el tecno”.
Cuando escuché eso me brillaron los ojos, pues le había dado en el clavo a una cuenta pendiente que la historia de la música tiene con la cumbia sonidera. La de reconocerla como una música electrónica por derecho propio, con su propia cultura y con una narrativa tan importante e influyente como las de estilos como el tecno o el house.
La frase de Camilo fue seguida por dos argumentos que preparaban un debate provocador. Por un lado, dijo que los bajos de la cumbia son muy parecidos a los de artistas del French Touch como Etienne de Crecy o Daft Punk. Por otro lado, mencionó que seguramente había algún latino metido en las primeras escenas del tecno, y por ello no sería una sorpresa que el tecno compartiera algo del ADN de la cumbia.
Sin embargo, luego no dio más detalles para cada uno de estos ejemplos. Así que la energía de la presentación se centró más bien en lo interesante que es escuchar a Camilo contar cómo fue que encontró el sonido que lo hizo famoso.
Pero lo cierto es que esa declaración merecía un poco más de atención, ya que si la desmenuzamos nos puede servir como un gran concepto entender a la cumbia sonidera y post sonidera desde un nuevo punto de vista. Uno nativamente electrónico y lleno de futurismo.
Es por eso que en los siguientes párrafos voy a viajar de regreso a aquellos dos argumentos de la presentación de Camilo Lara y hablar sobre un par de ideas que podrían haber sido utilizadas ese día para convencer al público de Casa de América de que la cumbia es como el tecno.
La cumbia sonidera ya era electrónica antes del boom mediático sobre la “cumbia digital” entorno a los artistas de ZZK Records
Para empezar a entender si “Los bajos de la cumbia son iguales a los de Etienne de Crecy o Daft Punk” podemos irnos directo a Spotify or Youtube y darle play en tándem a un track de estos dos artistas y otros de algún grupo de cumbia sonidera de su preferencia, ya sean Los Daddys de Chinantla, Grupo Soñador o quizás el Grupo Maravilla. Seguramente les va a pasar lo mismo que a mí. Después de unos minutos van a encontrar que es difícil trazar muchos puntos en común entre ellos, salvo que ambos suenan increíble.
Los bajos de los franceses son más funky y disco, mientras que los de los mexicanos tienen la triada típica de la cumbia. El sonido también es distinto, ya que para Etienne y Daft Punk el bajo puede tomar muchos tipos de sonidos, a veces con distorsiones y otros sonidos sintetizados, mientras que en la movida sonidera en general va en plan de dub, bien grandes en la mezcla. Así que tomado de manera literal, podemos decir que los bajos de la cumbia no son tal cual como los del French Touch.
Sin embargo, estos estilos sí tienen un punto en común muy importante. Esto es que ambos pueden considerarse música nativamente electrónica cuya creación está centrada en el productor por encima de un ensamble en vivo.
Para el momento de la charla de Camilo en 2011, la interacción de la cumbia con la música electrónica no era nada nuevo. Ya en 2006 ZZK Records había logrado crear mucho interés entre distintos medios internacionales sobre una escena en Argentina donde se estaba haciendo cumbia digital. Se trató de un momento influyente para el desarrollo de la música electrónica latina ya que de esa comunidad salió un artista como Chancha Vía Circuito, quien fue clave para detonar la escena del downtempo orgánico como lo conocemos hoy en día. Asimismo, las fiestas de la disquera influenciaron a Dj’s como Oro 11 para crear Bersa Discos junto al reconocido periodista Shawn Reynaldo (el label en donde Toy Selectah editaría sus primeros trabajos de cumbia digital bootleg en solitario), o a artistas como Dengue Dengue Dengue!, quienes las tomarían como inspiración para comenzar este proyecto cumbiero electrónico que los hizo famosos.
Sin embargo, como lo señala Moses Iten en su artículo “The Roots of Digital Cumbia in Sound System Culture”, los medios que cubrían toda esta emoción alrededor de la cumbia digital tendían a tratar al género como una versión tropicalizada o exótica de la música electrónica de Europa. De alguna manera, este enfoque sugería que la generación de artistas de la ZZK y sus pares estaban dándole a la cumbia una nueva sofisticación que antes no tenía gracias a su nuevo contacto con la electrónica. Lo que esos medios no consideraban es que la cumbia ya se había digitalizado varios años atrás, y, de hecho, de esa herencia electrónica surgiría la cumbia villera de Damas Gratis que en las fiestas de ZZK aparecían en mashups empatados con los beats de Modeselektor.
Siguiendo el texto de Iten, podemos ver que la cumbia sonidera experimentó un proceso de fuerte digitalización a finales de los 90s e inicios de los 2000's con grupos como el Grupo Kual en la CDMX o El Grupo Soñador en Puebla. Lo que hicieron este tipo de grupos fue tomar el tipo de música que hacían bandas clásicas de cumbia sonidera como el Super Grupo Colombia y reemplazaron las secciones de metales por líneas de sintetizador. Al tratarse de Dj’s sonideros que incursionaron en producir su música, no solo la cumbia sonidera se digitalizó, sino que también su producción pasó de tener una naturaleza de banda en vivo a una en donde un productor crea las canciones en solitario en el estudio y después las monta en vivo con un ensamble o producción.
Una de las canciones más representativas de este momento es quizás “El Paso del Gigante” de Grupo Soñador, un track al instante reconocible por esa intro en donde suenan cuatro notas solitarias de un teclado Korg que van de una bocina a la otra. Se trata de una canción en donde todos los instrumentos acústicos son reemplazados por sintetizadores, las baterías son intercambiadas por un loop de guacharaca que avanza con un ritmo maquinal y la letra menciona a un “gigante de hierro” que crea una imagen de un robot dentro de la cabeza de quien lo escucha. Con estos elementos, esta cumbia no solo se digitalizaba, sino que también llegaba a tomar algunos tintes futuristas que resultaron claves para inspirar a distintos músicos para crear la música del futuro.
Uno de estos casos sucedió con el argentino Dj Yankee, quien tuvo contacto con toda esa oleada de cumbia sonidera poblana durante el periodo en el que vivió en Estados Unidos a finales de los 90’s. Como lo cita Cristian Alarcón en su artículo “Feliz, Feliz” de Cristian Alarcón en el libro “Cumbia”: Scenes of a Migrant Latin American Music Genre”, a su regreso a Argentina en 1997, Yankee se convertiría en una de las principales fuentes para la entrada de la cumbia sonidera a Buenos Aires, cuyos loops de guacharaca maquinal y sus llamativos presets de sintetizador inspirarían a Dj Taz a crear su propio estilo de cumbias electrónicas, llamadas Danzas. Estas Danzas a su vez serían los primeros templetes de cumbia villera de grupos como Damas Gratis, SupermerK2 o Pibes Chorros.
La cumbia sonidera y cumbia post-sonidera pueden ser igual de futuristas que el tecno.
Volvamos al otro argumento de Camilo Lara para justificar que la cumbia es cómo el tecno. En aquella presentación mencionó que debe existir alguna conexión entre ambos estilos porque seguramente en las etapas fundacionales ésta última estuvieron involucrados algunos latinos.
Esto es cierto y lo podemos ver fácilmente en uno sus éxitos más icónicos, el “Knights of The Jaguar” de Aztec Mystic, publicado por el label y crew de Mike Banks, Underground Resistance. Tal como lo intuye Camilo Lara, detrás de este track se encuentra un productor de ascendencia mexicana, Dj Rolando. Sin embargo, más allá de un shaker con una ligera reminiscencia de cumbia, la conexión más interesante tiene que ver con tomar lo mexicano como fuente de inspiración futurista.
De acuerdo a una cita de Mike Banks en el libro “Electrochoc” de Laurent Garnier, “Knights of The Jaguar” surgió de ver fotos de pinturas aztecas en distintos restaurantes mexicanos de Detroit. Viendo esas imágenes, Rolando y Mike tomaron como inspiración la mística alrededor de la civilización azteca para imaginar cómo habrían sonado las melodías y la música de aquel imperio, y a partir de esa referencia hacer su track de tecno.
Como vimos unos párrafos atrás, esta cualidad para inspirar música futurista también la tiene la la cumbia sonidera. Además de lo que sucedió con Dj Yankee, Dj Taz y la cumbia villera, otro ejemplo lo podemos ver con la Super Cumbia Futurista de la Ciudad de México. Creado a mediados de los 2000's, se trató de un colectivo que reunía a artistas como Afrodita, Amantes del Futuro, Sonido Changorama, Sonido Desconocido II y Lasser Moderna, quienes tomaban la cumbia como inspiración para crear la música del futuro. Para este grupo de artistas la cumbia sonidera fue parte central de sus referencias. Esto lo podemos ver en un track como la Cumbia del Informe de Sonido Changorama, el cual está lleno de “saludos” al estilo sonidero y lleva de fondo un un loop de guacharaca maquinal que bien podría haber sido arrebatado de cualquiera de las canciones del Grupo Maravilla. Además de cualquier pista que podamos encontrar escuchando las canciones del colectivo, lo cierto es que varios de sus artistas, como Ima Felini de Afrodita y Amantes del Futuro o Emilio Acevedo de Lasser Moderna (quien también es parte de grupos claves de la electrónica mexicana como Titán y Maria Daniela y Su Sonido Laser), han mencionado en distintas entrevistas a El Paso del Gigante de Grupo Soñador como una gran referencia sus exploraciones cumbieras electrónicas, destacando lo fascinante que les parecía que fuera una cumbia 100% digitalizada.
Sin embargo, a pesar de compartir un enfoque futurista que se apoya en la cultura mexicana, existe una gran diferencia entre la visión de Aztec Mystic y el de grupos como Sonido Changorama. En el caso de Knights of The Jaguar, Dj Rolando toma de inspiración una versión idealizada y estilizada de la cultura azteca, que va en línea con esas pinturas de fantasía de los restaurantes mexicanos en Estados Unidos. Por el otro lado, como lo menciona Iten, en la cultura de la cumbia sonidera la precariedad no suele esconderse, y es por ello que el futurismo cumbiero que transpiran los artistas que se inspiran en la cumbia sonidera normalmente no tiene los mismos sonidos de “alta definición”, ni el mismo tipo de soporte visual estilizado que normalmente se asocia al futurismo dentro de la cultura pop.
Dicho en otras palabras, mientras que el tecno puede parecer un recurso obvio para crear el soundtrack de películas como Matrix o Blade Runner, la cumbia sonidera tiene más que ver con la visión del futuro que se ve en la película Elysium, donde el paradero de autobuses de Pantitlán es la fotografía de cómo se vería la ciudad de Los Ángeles en el año 2154.
Esta diferencia es probablemente uno de los factores por los cuales la cumbia sonidera y post-sonidera normalmente no ha sido reconocida como algo futurista por los medios de música alternativos. Sin embargo, podemos ver que esta búsqueda sigue evolucionando y hoy en día existe una vertiente de la música post-sonidera llamada “Kumbia Obscura” que hace más clara esta cualidad. En especial por la manera en la que presta una mayor atención al uso de elementos “oscuros” y a celebrar el uso de tecnología en sus creaciones.
La Kumbia Obscura - un soundtrack en clave de cumbia para una película distópica
La Kumbia Obscura es un concepto que recibe este nombre a partir del colectivo Kumbia Obscura (K.O.) de creación en 2019. Se trata de un colectivo que agrupó a artistas como Amantes del Futuro, Arrabalero, Bigote, Dj Ato05, Cifikzer, Grupo Jejeje, Orihuela MSS, Mextape, Plastic Toy Sound, Satánico Dr Trvza, Turbo Sonidero, Talacha, Spsce Primo y cuyo título toma como como referencia una adaptación a las siglas K.I., las cuales son una nota sobre el paso de varios de sus miembros por el colectivo de cumbias editadas“Kumbiamberos Internacionales”. De acuerdo a la declaración de identidad y el manifiesto de su página oficial, el objetivo de este colectivo era promover una “cumbia digital sonidera de corte sentimental, atmosférico y oscura”, que prestara atención a la esencia mestiza y anti-mainstream de la cumbia sonidera.
En términos generales, podríamos describir a la Kumbia Obscura como un tipo de música que une la herencia de la cumbia sonidera poblana y las cumbias editadas (o wepa) con la cultura del internet. A esta mezcla después le aplican todo tipo de melodías oscuras y sonidos electrónicos un tanto agresivos para crear un tipo de cumbia que lleva un poco de la brutalidad del tecno y la cultura rave hasta las entrañas de un baile sonidero.
Luego de la rápida disolución de Kumbia Obscura (K.O) en 2021, su propuesta musical sigue vigente en los proyectos posteriores que se desprenden de aquella ruptura. Uno de ellos es el colectivo Kumbianet, que reúne a la varios de los artistas que publicaron en K.O.. De su catálogo destaca “Toda la Banda” de Cifikzer como un gran ejemplo de a lo suena la Kumbia Obscura. Esta canción tiene un sonido que se caracteriza por tomar los sintetizadores tipo “Mentasm” de Joey Beltrám y enfrentarlos contra una chunchaka digital sonidera típica de la cumbia editada.
Otro de mis ejemplos favoritos viene en el último compilado de la disquera, el “Kumbianet V.2”, donde aparece “Cuídate y Adiós” de Orihuela MSS. Este track se siente como la versión cumbiera y oscura del Digital Love de Daft Punk. En este ejercicio Orihuela toma el romanticismo sonidero de tracks como los del Grupo Ensamble o Raymix y les da un golpe de agresividad digital usando una vez más los sintetizadores raver à la “Mentasm” y un efecto de vocoder y bitcrusher que revienta todas las texturas de la voz.
Hablando de lo que sucede más allá de Kumbianet, también vale la pena mencionar el trabajo de El Keamo y su track Kumbia Beef. Esta canción aprovecha esa misma fusión de chunchaka sonidera y sintes de rave que mencionamos de Cifikzer. En este caso el tempo de cumbia rebajada y un kick agresivo sirven para crear una cumbia editada con sabor a hard style.
Dentro de esta comunidad de artistas otra parada relevante es con el Grupo Jejeje. Ellos destacan en este ecosistema porque paralelo a sus apariciones en el catálogo de K.O, en 2019, publicaron un álbum de Kumbia Obscura para Discos Rolas que fue reseñado en la página Resident Advisor, donde inclusive comparan su uso de sintetizadores y notas árabes a productores como “Fatima Al Qadiri, Nguzunguzu or Elysia Crampton”. Aunque podemos imaginar que la aparición de esta reseña en Resident Advisor tiene mucho que ver con la continua curiosidad del periodista Max Pearl por todo lo que sucede en América Latina (es alguien que ya ha hecho reportajes sobre la escena sonidera y entrevistado a personajes como Chancha Vía Circuito para la misma página), lo podemos tomar como una muestra de cómo las referencias futuristas y obscuras de la Kumbia Obscura desde un inicio han servido para abrir un espacio de diálogo entre la cultura sonidera y algunos de los espacios editoriales del tecno.
La parada final de este recuento es el video de la canción “Adiós” de Banana Leaf Boy & G-Flux. En ella utilizan las herramientas de la kumbia obscura para llevar el sonido de las canciones de corazón roto de grupos del movimiento grupero de los 80’s, como Bronco o Los Bukis, a un futuro abismal. Si bien el resultado sonoro de por si es increíble, lo más importante de esta canción sucede con el video, ya que logra una puesta en escena donde hace que esta kumbia obscura sea la banda sonora de una estética visual que nos recuerda a películas distópicas como la de Blade Runner 2049. Esto lo logran al utilizar una locación con un cierto ambiente retro-atemporal y una iluminación cargada de tonos rojos, amarillos y mucha obscuridad. Al unir estas referencias visuales con un soundtrack de Kumbia Obscura con gran efectividad, Banana Leaf Boy & G-Flux logran hacer un argumento a favor de que este tipo de películas bien puedan ser sonorizadas por este tipo cumbias post-sonideras futuristas, como una alternativa al tecno, dubstep o IDM.
Conclusión. La cumbia puede ser como el tecno, aunque no son lo mismo
El principal propósito de toda esta historia es que se vayan con la idea de que la cumbia sonidera y post-sonidera puede ser una música tan electrónica y futurista como otros estilos de música electrónica - como el tecno, el house o el dubstep.
El segundo propósito es que también se vayan con la idea de que la cumbia como música electrónica puede tener su propia narrativa dentro de la historia de la música tan válida. Y que esta se entienda como algo paralelo y de igual valor como la de cualquier otro estilo electrónico. Para este momento de la historia existen distintas músicas electrónica latinas cuyo grado de creolización es tan alto que no es necesario entenderlas como versiones exóticas de otros estilos de música electrónica. En vez de eso, deberían ser reconocidas como distintos estilos locales que tienen su propio circuito, cultura y valores. Esto es un elemento clave, ya que abre la puerta a que los artistas locales le presten la atención que merece su propio ecosistema musical y lo puedan apoyar de la manera más sana posible. Es dentro de este mundo de estilos electrónicos latinos donde reside la cumbia sonidera, post-sonidera y Kumbia Obscure, a la par de estilos como el Tribal, la Guaracha Electrónica o el Baile Funk.
Ahora, si bien este texto busca acercar al tecno y a la cumbia, esto no quiere decir que esperemos que en una próxima edición de Boiler Room veamos un lineup donde El Cifikzer o el Grupo Maravilla toquen después de Brutalism 3000, o que haya un escenario de cumbia sonidera en Tomorrowland. A pesar de que aquí les hablo de algunos puntos en común sobre su cualidad electrónica y futurista, lo cierto es que tienen muchas cualidades que las diferencian. Por ejemplo, a través de los años el tecno ha sido utilizado por comunidades LGBTQ+ para crear un espacio inclusivo en la pista de baile. Esto no es tan recurrente con la cumbia sonidera, cuyo rol suele estar más relacionado con declaración de identidad y resistencia de clases sociales de menos recursos de América Latina ante las presiones de estratos más ricos y extranjeros. En este sentido, será importante prestarle atención de cerca a estas diferencias, ya que nos abren toda una caja de ideas a tener en cuenta mientras seguimos discutiendo y analizando la historia de la música electrónica latina.
Comparto la tesis de Camilo Lara, esto es, sobre la idea de la cumbia puede ser como el tecno. Lo único que leo y no estoy de acuerdo es la forma en que cuentas la historia de Kumbia Obscura. No se pretende caer en la típica idea o platica de quién fue el fundo el concepto o lo inició, sino simplemente hay que entender que detrás de un concepto hay personas y de esas personas hay realidades y visiones de mundo (historias) que fundamentan y legitiman la propuesta que lanzan. Por ejemplo: mencionas que Talachas fue creador, lo cual es falso; él solo se sumo al proyecto. Pero los que te pueden decir que más del concepto Kumbia Obscura son las realidades y sentimiento de personas como el Cifickzer o El Satánico o Turbo Sonidero. Son estos tres personajes que distanciados geográficamente tenían algo en común: En sus realidades la cumbia editada y Sonidera les ayudaban a expresar sus pensamientos mas lúgubres que no podrían ser expresados verbalmente.