Entrevista con Felipe Maia - tu periodista de Baile Funk favorito
Si alguna vez investigaron en internet un poco sobre nueva música brasileña - de esa que se mezcla con los sonidos urbanos y la electrónica - seguramente acabaron leyendo un texto de Felipe Maia. Estamos hablando de una de las plumas recurrentes en sitios como Remezcla, Mix Mag y Resident Advisor, que le hacen mucho bien al mundo, por su labor para conectar la música brasileña alternativa con los públicos de América Latina, Europa, Estados Unidos y viceversa.
Además de su trabajo como periodista, durante la última década ha realizado una carrera de investigador en Etnomusicología desde Francia a través de la cual ha analizado las conexiones entre la escena del baile funk de las favelas brasileñas y la del hip hop de la periferia francesa. Además de eso, Felipe juega un papel importante como embajador del baile funk para el público francés a través de su show BAÏLE para Rinse FM Francia, el primer show de habla francesa dedicado en su totalidad a este género musical.
En esta entrevista revisamos muchos detalles de su carrera y le hacemos varias preguntas que permiten que Felipe nos comparta algunos análisis de la historia de la música brasileña. En ellos Felipe se luce con los detalles y nos explica temas que van desde las conexiones de la música brasileña con la de Estados Unidos, el desarrollo del baile funk como idioma sónico global, y otras genialidades que nos dan pistas sobre el grime brasileño y la tropicalia, entre otras cosas más.
Es una conversación que vale la pena revisar con papel y lápiz en la mano, espero que la disfruten. También los invito a que escuchen su show BAÏLE de Rinse FM Francia y sigan todo su portafolio de publicaciones en su propia página web.
https://maiafelipe.com/
Sabemos que eres un periodista y también un candidato al dDoctorado en Etnomusicología, también haces un show de radio para Rinse Francia. Sin embargo, me imagino que haces muchas otras cosas también. ¿Cómo le describirías tus actividades a alguien que no sabe mucho sobre ti?
Durante los últimos 10 años o algo así he estado tratando de encontrar un balance entre mis actividades y no hace mucho creo que logré encontrarlo. Como puedes imaginar, todo gira alrededor de la música.
Como soy un escritor y periodista independiente siempre estoy en busca de nuevas historias, pitcheando ideas y trabajando en encargos de un par de medios. Actualmente, mis textos se publican principalmente para Remezcla, Resident Advisor, Okay Africa y el periódico brasileño Folha de Sao Paulo y UOL - los dos son las publicaciones más grandes en Portugués en todo el mundo, tanto para prensa impresa como medios web. Usualmente soy quien presenta la nueva música de Brazil y América Latina para los medios en inglés y al mismo tiempo escribo sobre lo que está sucediendo en Europa para los medios en Brasil.
Como mencionaste, también soy candidato al Doctorado. Tengo una Licenciatura en Periodismo por parte de la Universidad de Sao Paulo pero una vez que comencé my carrera y tuve mis primeros trabajos como periodista sentí la necesidad de saber más sobre la música para poder escribir sobre ella. Pensando sobre Brasil, me doy cuenta que este sentimiento solamente ha crecido y crecido dentro de mi - ¡Ya que la música brasileña es enorme! Esto me llevó a comenzar una Maestría en Música y Ciencias Sociales en la Escuela de Estudios Avanzados en Ciencias Sociales en París, donde escribí una tesis sobre el uso de tecnología digital para la creación y consumo de música en los barrios menos privilegiados de Paris y Sao Paulo (básicamente una comparación entre el Rap francés y el Funk brasileño). Eventualmente, comencé mi doctorado en el Centro de Investigación de Etnomusicología en la Universidad de París Nanterre, en donde estoy comenzando mi investigación sobre paredões — esos sonideros / sound systems brasileños gigantes e itinerantes.
Finalmente, también soy Dj. Soy residente en Rinse France con BAÏLE, el primer show de habla francés dedicado por completo en el baile funk como un género de música global. Es decir, en cada episodio trato de ver al baile funk como un idioma, creando puentes y uniendo muchos puntos entre distintos géneros de club / populares / electrónica de todas partes del mundo y también dentro de Brasil. Con la pandemia del covid tuve que poner las fiestas en pausa, obviamente, pero poco a poco BAÏLE está regresando a las pistas de baile también.
Me gusta pensar en mis actividades como parte de un triángulo musical cíclico con tres ángulos: escribir, analizar y hacer performance. Cada uno de ellos nutro al otro y me ayuda tener una visión global (u oído) sobre la música.
¿Cómo comenzaste en la música? ¿Podrías contarnos sobre algunos de los momentos claves que te llevaron a convertirte en un periodista musical y candidato al Doctorado? ¿Cuáles fueron tus principales mentores / maestros en el camino?
Creo que mi primer acercamiento a la música fue de niño, cuando comencé una banda de rock con otros amigos de la escuela. Solíamos tocar covers de los Dead Kennedys, RATM y Offspring, pero también teníamos nuestras propias canciones - ¡Imagínate que era un cantante de hardcore en ese entonces! En casa, recuerdo escuchar música que mis papás solían tocar en el estéreo. No somos una familia de músicos, y no vengo de una crianza musical en el sentido de crear música. Pero mis padres simplemente amaban escuchar música, y reccuerdo estar rodeado de Jorge Ben, Tim Maia, Caetano, Alceu Valença, Elba Ramalho, Luiz Gonzaga — música del Noreste de Brasil, de donde viene mi familia - y blues - a mi papá le encantaba eso. Dicho eso, creo que no tengo un momento clave que me llevó a convertirme en un periodista musical. Fue gradualmente, leyendo, escuchando, hablando con la gente y eventualmente encontré que la música podría ser un lente inclusivo para entender los mundos humanos externos y propios, las esferas sociales y subjetivas. ¡Además de eso era un super nerd musical de niño, eso seguro que sí!
Como estudiante de universidad y joven periodista, siempre traté de trabajar con la música. Disfrutaba de otros temas y me tomó un tiempo en especializarme como periodista musical. Trabajé por un tiempo en los temas de tecnología y ciencia, y realmente creo que esto me ayuda mucho en la manera en la que investigo y desenvuelvo mis historias en el periodismo cultural hoy en día.
Respecto a los mentores… Para ser honesto, creo que esto es una cosa muy Anglo-Sajona. Esto no quiere decir que en Brasil no tenemos profesores o maestros o, como sería en el periodismo, jefes de edición, quienes te ayudan en tu carrera. Pero al menos para mí esto ha tenido lugar a través de una serie de intercambios orgánicos a través del tiempo (y hasta hoy en día) en lugar de una relación cerrada en donde l supuesto mentor te guía el camino a seguir. Así que si, un saludo a todos los editores con los que he trabajado. Pensando desde el contexto de un investigador, tengo que mencionar a mi fallecido profesor Ciro Carcondes Filho, mi primer supervisor de investigación en la universidad; Emmanuelle Olivier, mi supervisor en la maestría (ella tiene un gran trabajo de investigación sobre la música del Oeste de África); y finalmente mi actual supervisor del doctorado, Jean Beaudet, un musicólogo y antropólogo con una extensiva investigación sobre América Latina.
Uno de tus primeros trabajos de investigación fue sobre el rap en la periferia de París. Cuéntanos un poco sobre este proyecto, especialmente como fue que encontraste el tema de estudio y cuáles fueron tus principales descubrimientos.
My tesis de maestría fue una investigación comparativa sobre como la tecnología digital afecta la producción, distribución y consumo digital de música tanto en los barrios menos privilegiados de París y Sao Paulo. Esto me llevó a un trabajo de campo de 4 a 5 meses en donde acompañé a varios Dj's, productores, raperos y MC’s en sus estudios caseros, en fiestas y otros shows en vivo.
Llegué a esta idea luego de pasar un año de intercambio en el sur de Francia, donde me encontré con el rap francés por primera vez y realmente me impresionó lo poderoso que era este movimiento. De regreso en Brasil, alrededor del 2011, comencé a meterme más profundo en el baile funk, tratando de entender más de este movimiento que apenas estaba en sus primeros días en Sao Paulo - no en Río, donde el baile funk había nacido al final de los 80’s. En 2015, cuando decidí comenzar el programa de maestría en París, pensé que esta perspectiva comparativa podría ser un acercamiento interesante como una primera experiencia investigando música global y las diferencias entre el Sur y Norte Globales.
Me tomó tres años terminar este proyecto y mis principales descubrimientos cubren dos ejes: primero el eje de producción, en donde encontré muchas similitudes entre los barrios menos privilegiados de Sao paulo y París. Esto me llevó a concluir que el estudio casero, como un recurso musical y sónico, no es necesariamente el resultado de un privilegio o una jerarquía social del mundo en el que vivimos hoy en día. Esto no significa que un chico produciendo baile funk tiene la misma estructura que un chico produciendo beats de rap en París, pero si comparten elementos cuando se trata de producir usando una PC estándar y software pirata, que los llevará a gestos y estilos similares de mastering y mezcla. Para mi segundo eje, hablo de la distribución y el consumo. Encontré que hay muchas más diferencias que similitudes entre Sao Paulo y París, ya que ambas ciudades han tenido históricamente distintas políticas culturales para los dos géneros - el rap ha sido una herramienta del gobierno francés para “acceder” a los barrios marginales, mientras que el baile funk ha sido atacado muy fuerte por el poder oficial hasta el día de hoy.
En conclusión, llegué a entender que las tecnologías digitales podrían ser una herramienta clave para crear una comunidad global de creadores de música, por su acceso relativamente barato y sencillo. Sin embargo, todavía hay vectores locales y globales que son fuertes para determinar que y como la música se distribuye y consume en las favelas o banlieues.
Cuéntanos un poco sobre tu investigación del Doctorado
Para mi investigación del doctorado, decidí mantener el acercamiento comparativo pero ir más allá en el uso del sistema de música / sónico / tecnológico conocido como paredão. Estos son sound systems gigantes, montados en carros que se encuentran virtualmente en cualquier favela y barrio marginal de Brasil. Están en el corazón de las block parties del fin de semana, sonando baile funk, pisadinha, pagodão y otros géneros de música electrónica popular brasileña por toda la calle. Dependiendo donde te encuentres, los paredões son diferentes en tamaño o forma, pero también en las frecuencias y los arreglos de bocinas. También hay muchas prácticas culturales que se cruzan en este mundo, como las batallas de paredõe o los conflictos que tienen con la policía. Mi investigación gira alrededor de este sistema de audio y cubre la producción musical / sónica, el conocimiento corporal / tácito, jerarquías sociales, paisaje sonoro y antropología urbana. Mi objetivo es entender los paredõe como una parte esencial del paisaje sonoro del Brasil contemporáneo (y de América Latina, ya que hay muchos soundsystems a través del continente).
Respecto a ambos proyectos de investigación, ¿Cuáles son los conceptos y “lentes” que usaste para analizar estas escenas? Por ejemplo, en una conversación que tuve para el boletín con Alejandro L. Madrid sobre su libro de Nortec, me contó que el principal concepto de análisis que utilizó para revisar esa escena era el de “Cosmopolitanismo” y cómo los artistas tratan de serlo a través de su música. ¿Usas algún concepto de este estilo? ¿Quizás un concepto relacionado con la identidad negra o la clase social?
El cosmopolitanismo es un concepto que también quiero explorar más en mis investigación. Lo encuentro realmente interesante como una rama de nuevos pensamientos respecto a la globalización - un concepto que aquí uso no cómo algo neoliberal, sino como un nuevo camino para conexiones globales fuera de un paradigma Norte-Sur - un tanto como lo hace el investigador brasileño Milton Santos en su trabajo.
Y si, más que conceptos, me gusta pensar en autores que ofrecen lentes interesantes para mi trabajo. Milton Santos es uno de ellos, también como lo es Eduardo Viveiros de Castro y su idea de la antropología. Pensando más sobre estudios de sonido y tecnología del sonido, encuentro muy interesante los trabajos de Ana María Ochoa (¡un gran fan aquí= y sus ideas sobre la desconolización de la auralidad, un aspecto clave en m trabajo con los paredões hasta el momento. ¡Julian Henriques y su trabajo sobre los sound systems Jamaquinos es algo que simplemente no deja de fascinarme! Parece ser que siempre regreso a sus descubrimientos y siento que estos están realmente cercanos a lo que vemos en el cruce entre tecnologías DIY y la música popular como el baile funk en Brazil. Y también Bruno Latour y sus conceptos de actor-red y su perspectiva sobre el rol de las herramientas de tecnología. Fue realmente útil cuando necesité mapear la red de actores sociales y equipos como los que vemos en el baile funk o en el mundo de los paredões. Al final, pero no menos importante, Steven Feld y Pierre Schaffer, pero necesito leer más de ellos para encontrar cómo voy a enfrentar sus (a veces opuestas) ideas a través de mi trabajo de campo.
¿Acaso hay algunos descubrimientos de tus investigaciones sobre Baile Funk y Hip Hop entre Brasil y Francia que puedas trasladar a las escenas del Grime y Desande que cubriste para Resident Advisor y Mixmag? ¿Podrías trasladarlos también a otras escenas como el reggaetón, pop, etc?
Creo que tanto las escenas del Grime brasileño y la del Desande (tomando en cuenta que el concepto de escena es debatible) son bastante distintas. En ambas encontramos chicos de barrios de bajos recursos haciendo música, pero la estética del grime (sónicas y visuales) es mucho más conectada con la versión agresiva de la música brasileña. Es cruda, no tanto como el baile funk proibidao de los primeros años del rap en Sao Paulo, pero es muy crudo y violento. Desante, por el otro lado, está mucho más conectado con una hambre creciente por la música electrónica en Brasil, principalmente musical electrónica comercial. Por un largo tiempo la música electrónica no comercial en brasil era una cosa de los “raros del undeground” o los “ravers de psytrance”. Siempre existió el eje comercial, pero no tan fuerte como lo vemos hoy en día. Lo que muestra el Desande es que la música electrónica en Brasil puede ser tan fuerte como cualquier otro movimiento de música pop.
Si existe una conexión entre el Desande y el Grime (y baile funk) es el aumento en la popularidad de la música de club/electrónica entre los chicos de los barrios menos privilegiados y la creciente mezcla entre baile funk y cultura rave.
En un artículo para Remezcla mencionas que Brasil es la única ciudad de América Latina entre las ciudades donde más se escucha a Pop Smoke. Me imagino que esto tiene que ver con que hay una conexión musical muy fuerte entre Brasil y Estados Unidos, especialmente con el hip hop, para el cual me atrevo a decir que se siente como una unión quizás más fuerte que la que existe en otros países de América Latina. ¿Acaso tu sientes lo mismo? ¿Tienes algunas ideas o pistas sobre por qué esta conexión es tan fuerte? ¿Es por la conexión a través de la cultura negra?
Si, creo que estás en lo correcto. También creo que eso es por el tamaño de ciudades como Sao Paulo, México DF o Jacarta para la industria del streaming, pero también veo esta conexión entre las músicas negras de Estados Unidos y Brasil. Hay una anécdota musical: una importante diferencia entre los barcos que salían del continente africano durante los siglos de la esclavitud era la dirección - algunos iban a Estados Unidos, otros iban a Brasil. La violencia de las rutas de esclavitud tiene un resultado en la fundación de dos países con un peso fuerte de colores africanos en su música. Pero mientras en Estados Unidos la población negra podría ser descrita como una minoría (14% del total), Brasil debería ser considerado como un país negro o al menos un país fuertemente mezclado ya que más del 50% del país es negro - y no muchos brasileños parecen tenerlo presente.
Después de eso, tenemos que pensar en la industria. La primera industria musical en mostrar un desarrollo constante durante las décadas anteriores es la industria musical de Estados Unidos. Yo soy un Brasileño blanco de una familia de trabajadores, pero no es muy difícil imaginar que ,para un chico negro creciendo en un barrio de bajos ingresos, la fama de artistas como James Brown, Tupac o Pop Smoke le genera un fuerte sentido de identidad, uno que va atrás en el tiempo de sus ancestros para algunos de ellos. Esto se siente hoy también y creo que, de manera diferente a como lo vemos en Estados Unidos, en Brasil no podemos simplemente pensarlo en términos de categorías musicales. Debido a nuestra formación histórica (una violenta colonización - hago énfasis en esto), las comunidades negras, indgíenas y bancas han llegado a crear música en una manera tan entrelazada que simplemente no podemos pensar en términos de quien es dueño de que. Dicho eso, y aquí termino, el racismo es un tema mayor en Brasil y en la música eso no es tan distinto. Debemos reconocer a las comunidades negras y sus artistas como precursores y líderes de muchos movimientos de la música brasileña, desde Gilberto Gil a Racionais MCs, de Ataulfo Alves a Rennan da Penha, del baile funk al rap.
Cuéntanos un poco sobre tu show BAILE en Rinse FM. ¿Cuál es el concepto o visión central del show y cómo ha cambiado con el tiempo? ¿Cuál es la escena musical o proceso que te llama más la atención de todas las cosas que cubres en el show?
Como mencionaba antes, el show de radio BAÏLE es el primer show en la radio hablada en francés enfocado en baile funk. Comencé de Dj en los primeros años de la universidad y siempre toqué cosas de baile funk. Esta 2010, 2011 y baile funk todavía no era tan grande en Sao Paulo, pero realmente me gustaba tocar unos tracks old school de Rio o los lanzamientos de ese tiempo, como MC Kaxeta, MC Dedê, MC Samuka e Nego. Sin embargo, al terminar la escuela, tuve que poner todas mis energías en mi trabajo como periodista, y aunque ya había comenzado algunos proyectos como Dj (como selector / un colectivo de vinilos con unos amigos), sentía que le faltaba un poco de identidad a todo eso. Eventualmente llegué a Francia y, como se e en mis investigaciones, sentirme un extranjero tuvo un gran efecto en ayudarme a crear mi propio sentido de identidad. Sentía que podía mirar de nuevo al baile funk como DJ, pero no quería hacer esto en la misma manera (que es genial) en la que los Dj’s de las favelas lo hacen. Yo quería ser un investigador de baile funk, un brasileño en Europa y un brasileño que también se sintiera como una persona latina. Lo que quiero decir es que estaba muy interesado en traer el baile funk de Brasil y llevarlo a nuevos campos sónicos y géneros musicales. En aquel tiempo, 2016, 2017, el baile funk estaba ganando momentum en SoundCloud como un recurso estético para productores de cuarto (aunque muchos productores ya llevaban haciendo eso por años, como Sango, Marginal Men, Kojak, Carlos do Complexo) y, siendo un brasileño que vive en el extranjero, sentía que podría conectar estos dos mundos porque disfrutaba la idea de ser Dj pero también porque se sentía un poco una responsabilidad propia. A lo que me refiero es que si no hacía eso, alguien más podría tomar ese lugar y quizás lo haría de una mala manera, dándole un toque “exótico” y de dominación cultural al género, y otras implicaciones de ese tipo. Eventualmente envié el proyecto del show de radio a Rinse Francia y les interesó así que BAILE comenzó en Mayo de 2018. Justo al inicio no me podría imaginar que seguiría por tanto tiempo con el show (ya vamos para tres años). Siempre sentía que el baile funk era una gran fuente de creatividad en la música, pero viéndolo en retrospectiva y pensando en el futuro no puedo evitar sentirme orgulloso del show. Hasta el momento hemos tenido más de 40 Dj’s invitados de diferentes países y de muchas influencias. Tuvimos a Golden Kong con su baile funk de club poderosos, Deepkapz y su enfoque Soulection sobre el funk, Badsista y su baile funk enfocado en el dark techno no occidentalizado, Ckrono con su genial estilo de mezcla y lal ista continúa. Por meses y años he llegado a esperar cualquier cantidad de nuevas versiones de baile funk, ya sea iteraciones locales o reversiones globales de esta música, que debo decir, creo que es más que un género: es un lenguaje. Es un lenguaje creado en Brasil para la música de club, popular, electrónica y callejera.
Recientemente, escuché de un Dj de la escena de Brasilidades que Brasil experimentó un proceso de mucha americanización durante el final de los 90’s y los 2000’s; y que ahora el país está redescubriendo sus propias raíces culturales - con Dj’s remixeando música clásica brasileña. ¿Acaso tu sientes que esto es así? ¿Podrías comentar sobre la relación entre esta escena de Brasilidades y tu trabajo (hablando del show BAILE en Rinse o las otras escenas que cubres en tus artículos)?
Veo lo que dices y concuerdo con eso, pero quiero profundizar un poco más. El proceso de fuerte norte-americanización de la cultura brasileña ha estado sucediendo desde el final del siglo XIX. Una vez que los países europeos metieron sus garras en África y el Sureste de Asia, América Latina se convirtió en un patio de juegos para Estados Unidos. Si piensas en la Semana de Arte Moderna de 22 un evento artístico mayor que tuvo lugar en Sao Paulo en 1922, ahí se estaba desarrollando la idea de una música brasileña en conflicto con el tipo de país que seríamos. Es un esfuerzo creativo, historiográfico y simbólico que tiene lugar en el vacío dejado por las influencias europeas y el inminente arribo del soft power de Estados Unidos. Un gran escritor y uno de los primeros inversigadores de la música brasileña, Mario de Andrade, captura esta idea con un gran grado de destreza. En sus textos muestra que la llamada música folclórica brasileña era muy rica en ese momento, pero ya había tendencia en el medio de la urbanización del país que sería un efecto definitivo en los años por venir. Estas novedades están profundamente conectado con la industria fonográfica, una de las que se desarrollaron primeramente en Estados Unidos. A través de la primera mitad del siglo, la samba creció mucho como “el” genero musical brasileño y la incipiente industria fonográfica nacional se construyó a su alrededor, a su vez que con otros estilos musicales menores y estaciones de radio situadas en las ciudades capitales como Rio. Si la norte-americanisación no era un tema de que hablar en ese entonces, se hizo palpable en los 1950’s con el movimiento del bossa nova. Como dice el investigador brasileño José Ramos Tinhorao, fue la primera vez que la samba y las favelas fueron separadas. Desde ese entonces la música pop americana siempre ha sido algo muy importante en la cultura brasileña, ya sea en un movimiento que la absorbe y transforma, como hemos visto con la Tropicalia o el Baile Funk (primero una derivación del hip hop / Miami bass hecho en Rio), o como un elemento al cual escapar o inclusive rechazar (como sucede en algunos tipo de samba o en la música Sertanejo). El movimiento de redescubrimiento iniciado por este tipo de Brasilidades también opera en este movimiento dialéctico: da un poco de luz a la música brasileña, que a su vez a veces tiene elementos del disco, jazz, etc. - y tambié nle ha prestado muchos elementos a esos mismo génetos. Lo que veo hoy en día es como las cosas podrían cambiar en las siguientes décadas. Hay distintos países de África y América Latina que han ido moldeando el paisaje del nuevo pop. Si esto todavía se rige por el marco de la industria del entretenimiento anglo sajón, eso es algo que se puede discutir, pero los sonidos están cambiando. Siendo un país con una producción musical y cultura muy poderosa, Brasil tiene un papel importante en este proceso.