Creando una etiqueta para la "Cumbia Internacionalista"
Hace un poco más de un año estaba trabajando en un proyecto para hacer que una banda genial de cumbia de Inglaterra, que se llama Malphino, viniera a México a hacer un disco en colaboración con artistas locales.
En esa búsqueda me acerqué a un amigo que es hijo de uno de los ingenieros de audio que normalmente trabajan con Grupo Cañaveral - tremendo grupo de cumbia sonidera, con la intención de que me ayudara a conectar con la banda para plantearles el proyecto.
Al enseñarle la música de Malphino este amigo me dijo:
“Órale Borchi, está bueno lo que hacen, pero eso no es cumbia”
En ese momento sentí una duda extraña. ¿Cómo era posible que Malphino no fuera cumbia, y que yo no me hubiera dado cuenta de eso? Eso era un error muy de principiante.
Regresé a mi casa confundido a escuchar su disco para tratar de resolver ese misterio, y mientras escuchaba las canciones una y otra vez pensaba que era cierto, lo de Malphino no sonaba a la cumbia sonidera de Grupo Cañaveral. De hecho su música tampoco sonaba a cumbia villera, a cumbia rebajada, a chicha peruana, o a cumbia digital. Pero a pesar de eso, definitivamente era un disco de cumbia.
Luego de leer un poco más sobre los viajes de la cumbia en el libro “Cumbia!: Scenes of a Migrant Latin American Music Genre” de Héctor D. Fernández L’Hoeste” comencé a entender este misterio. Mutar es la principal cualidad de la cumbia. A través de su historia el mundo ha visto como las cumbias de la selva colombiana pasaron de ser tocadas a puro tambor y gaita a ser orquestadas por las big bands de Medellín. De ahí viajaron a todos los rincones de América Latina donde cada comunidad fue creando su propia versión local, remplazando gaitas y trompetas por sintetizadores Korg al estilo de la cumbia Poblana y Villera, o usando guitarras psicodélicas al estilo de la chicha peruana, por nombrar algunos.
Un ejemplo rápido de cómo eso sucede se puede sentir bien en el track Malandro y La Delio Valdez - La Mama y los Tata, que cambia rápidamente de una cumbia colombiana rural a una versión al estilo la Sonora Dinamita. Otro ejemplo puede ser viendo algunos de los primeros minutos del documental “Yo Soy La Cumbia” en donde presentan muchas versiones de la canción “Prende la vela”.
Así que con el corazón tranquilo de que Malphino sí era un grupo de cumbia, me surgió otra duda. Si su cumbia no es colombiana, villera, sonidera, etc., entonces ¿Qué tipo de cumbia es?
La respuesta tiene que ver con que es parte de un movimiento que todavía no está del todo catalogado. Esto es algo que sucede cada tanto en muchas escenas musicales y que presenta el riesgo de que éstas no puedan ser comprendidas por completo o de alguna manera queden un tanto olvidados por la historia
Un ejemplo exitoso de conceptualización en América Latina es la etiqueta de “cumbia digital” que surgió del label ZZK Records en Buenos Aires, Argentina, alrededor del año 2006. ZZK comenzó como una fiesta en donde se experimentaba con música freestyle que combinaba todo tipo de ritmos. Con la cumbia villera sonando a tope en Buenos Aires en esa época muchos de los Dj’s de la fiesta terminaban realizando fusiones entre música nueva anglófona y la cumbia, lo que surgió en un sonido nuevo que ZZK Records pudo conceptualizar en la etiqueta “cumbia digital”. Como menciona Israel Martínez en “Cumbia Digital: Tradición y Postmodernidad”, los orígenes de la fusión entre cumbia y electrónica se pueden rastrear a periodos anteriores, pero la etiqueta de ZZK Records permitió crear “una plataforma para darle visibilidad al fenómeno y abordar la cumbia electrónica desde un punto de vista comercial”.
Si bien, la etapa estrictamente cumbiera digital de los artistas de ZZK duró relativamente poco, el mote de cumbia digital quedó como un importante punto de referencia en la historia de la música electrónica de América Latina que ha inspirado a un gran número de artistas que incluyen a Dengue Dengue Dengue! en Perú o a Bersa Discos en Estados Unidos, por nombrar algunos.
Esto contrasta con lo que sucedió en otras escenas del continente. Por ejemplo, en México, la fusión entre la electrónica y la cumbia tuvo una fuerte efervescencia durante el final de los 2000’s e inicio de los 2010’s que tuvo como resultado el surgimiento de una escena de cumbia mashup muy prolífica en Guadalajara alrededor del bar/club El Sonidero. Sin embargo, la falta de una etiqueta clara para esta escena la ha hecho pasar un tanto desapercibida para los medios de comunicación y por ende para influenciar a otros artistas. A pesar que esta escena fue la cuna de origen de artistas como Sonido Satanás o el Dj Niña Rica, es difícil pensar que alguien identificaría su estilo musical como “cumbia mashup post El Sonidero” - o algo por el estilo.
Así que regresando al tema de Malphino, me parece que es buen momento para trabajar en una etiqueta para su tipo de cumbia. De esta manera se asegura su recuerdo histórico y también se facilita que otras escenas la puedan tomarla de referencia para inspirar su propia música.
A mi parecer, este tipo de cumbia se puede catalogar algo así como “Cumbia Internacionalista”.
Se trata de una escena de bandas repartidas alrededor del mundo que incluyen a artistas como Malphino, Cumbiasound en Suecia, Minyo Crusades en Japón, Parranda Polar en Lituania, Superfónicos y Dos Santos en Estados Unidos, Candeleros en España, Academia de Berlinda en Brasil, La Delio Valdéz y Akun Maia en Argentina, Sonido Gallo Negro en México y Frente Cumbiero en Colombia, por nombrar algunos.
El sonido de éstas bandas tiene que ver con una fusión de tres tipos de influencias.
Primero, son una continuación de los sonidos de la cumbia digital post ZZK. Un ejemplo de esto es el disco “Calzones Largos” de Cumbiasound, el cual fue editado por el icónico label de cumbia digital Caballito Netlabel. Las fiestas de cumbia digital han sido un lugar idóneo para que los jóvenes descubran la cumbia. Primero en las fusiones con electrónica y después rastreando las canciones originales. A medida que este tipo de fiestas se desgastan y su música se vuelve cada vez más intensa, entre sus seguidores hay una tendencia a buscar canciones acústicas que sirven para refrescar los playlists de la escena. Dado que muchas cumbias no suenan con el mismo poder que los tracks de cumbia digital se abre una posibilidad para que aparezcan nuevas bandas que buscan hacer cumbia “roots” adecuada para estas nuevas fiestas.
Segundo, son una continuación del tipo de fusiones de música regional Latina realizada por artistas extranjeros como Quantic. Canciones como “Mi Swing es Tropical”, “La Plata” y el disco en colaboración con Frente Cumbiero bajo el nombre de “Ondatrópica” son excelentes ejemplos de cómo este artista toma los sonidos locales tradicionales de Colombia y con ellos crea nueva música que conecta bien con el mercado Europeo sin ser irrespetuoso o explotador la cultura Latina. En algunos casos el sonido de Quantic es bastante fiel a los estilos tradicionales de Colombia, sin embargo, en otras situaciones los combina con ritmos de distintas partes, o reversiona éxitos del hip hop de Estados Unidos al estilo de la música tradicional. Esto ayuda a crear una nueva síntesis musical. El gran éxito de este artista ha hecho que sus canciones sean muy recurrentes en los playlists de cumbia acústica de las fiestas de cumbia digital y que él sea citado como una influencia por muchas de estas bandas.
Tercero, las bandas de Cumbia Internacionalista tienen un sonido que se relaciona con la manera en la que las bandas del Afrobeat Revival de Estados Unidos de los 2000’s toman sonidos de los años 70’s y los re-graban en alta definición. En el momento en el que se empiezan a agotar las fiestas de cumbia digital y post-cumbia digital, el afrobeat del tipo Antibalas es un gran referente de cómo tomar estilos de hace varias décadas y llevarlos a la actualidad. Además de eso, la naturaleza africana de estos ritmos hace que en los playlists de cumbia acústica también aparezcan tracks de este nuevo Afrobeat. De esta manera las nuevas bandas de cumbia internacionalista comienzan a ser más y más una respuesta al Afrobeat Revival y es por eso que cada vez aparecen más elementos al estilo “Fela Kuti” en sus canciones. Un gran ejemplo de esto es el track “El Adiós” de Superfónicos.
Además de las influencias musicales, hay otro proceso que es común en estas bandas. En muchos casos sus integrantes pasaron varios meses viviendo en algún país de América Latina fuera del suyo. Esto es algo que le da un carácter internacionalista a su música que les hace combinar influencias globales que pueden incluir afrobeat o ritmos del norte de brasil, entre otros. Además, hace que su música no tenga tanto que ver con la historias de los migrantes que viajan a las grandes ciudades, como es común en los principales estilos de cumbia de América Latina, sino que su búsqueda sea la de crear un sonido internacional que a partir de lo latino sea tanto Mexicano o Argentino como Inglés o Japones.
Para terminar, cabe mencionar que esta etiqueta es un concepto que no es muy riguroso ya que algunas de estas bandas fácilmente podrían formar parte de listas de reproducción de Spotify como “Cumbia Hipster” o “Cumbia Millenial”, y también existen álbumes como el “Cañonazo Electrocumbiero” de 2012 que enseñan mucho de este tipo de sonidos. Sin embargo, aventurarse a poner la etiqueta de “Cumbia Internacionalista” y nombrar algunas de sus influencias y procesos característicos pueden servir para seguir entendiendo los distintos elementos de esta escena.